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Salud Mental y Migración

CUIDA TU SALUD MENTAL 

¿Qué pasa cuando alguien emigra?

-Hablemos del duelo migratorio 

Por: Jonathan Olivera, psicólogo

 

Cuando una persona emigra por lo general llega a buscar trabajo, resolver su estatus legal y pasa por un duelo migratorio, en el cual inicia un proceso de adaptación en el cual conoce un nuevo lugar y busca aprender a relacionarse, evaluando en quien puede confiar.

 

Puede que la persona tome meses en lograr adaptarse por lo necesitará una amplia comprensión por parte de las personas a las cuales dejó en su lugar de origen.

 

El duelo migratorio es un proceso natural que viven gran parte de las personas que emigran.

 

Aunque no es una regla que todas las personas lo generan, es bastante normal que la mayoría pase por diversos sentimientos, sensaciones, nostalgia, culpa, temor y ansiedad de lo que será su nueva vida.

 

Lo más complejo es que paralelo al duelo es necesario lograr una estabilidad emocional para poder continuar. Los primeros meses serán llenos de cambios, donde muchas personas prefieren aislarse, sufren en silencio y se ven ante la dificultad de hablar con quienes extrañan proyectando que todo “está bien” para no generar preocupaciones extra con las que no puede cargar. 

 

De acuerdo con el  psicólogo Jonathan Olivera el “duelo migratorio” es un proceso que sucede cómo consecuencia de mudarse, moverse, dejarlo todo, o al menos lo que se está familiarizado por emprender un nuevo rumbo en la vida. 

 

Asimismo, es un duelo presente en muchos procesos de migración, tanto en una primera, cómo en una segunda migración. Trae un revuelo de emociones, desesperanza, ansiedad, miedo, tristeza, e incluso culpa.

 

Ante el duelo migratorio no sólo se ve afectada la persona que se va, sino también se ven afectados los que se quedan. Por lo cual es necesario transitar por este duelo de la forma más saludable, viviéndolo ya que esto es la única forma de sobrellevarlo:

 

Para los que se van: Es normal sentir todo este revuelo de emociones, es normal sentir miedo. Lo más importante es que se vea como un proceso, es común incluso preguntarse: ¿Cuando los veré de nuevo? Es importante reconocer todo esto cómo normal y ver la culpa cómo una consecuencia de la influencia cultural que nos ha inculcado la creencia de que es necesario estar siempre junto a la familia. 

 

Ante ello, se debe procurar no aislarse, trabajar en construir una nueva vida, un nuevo espacio, al ritmo personal, en el curso de las posibilidades, administrando de forma inteligente tus recursos sin deslumbrarte fácilmente.

 

Para los que se quedan: Es común notar un distanciamiento emocional, sin embargo, esto no significa que han olvidado a la persona. Están pasando muchas cosas, es normal sentir miedo, ansiedad, preocuparte. 

 

Por ello, hay que tener cuidado en no transmitir esa preocupación a la otra persona, lo cual se puede combatir transmitiendo el amor y el acompañamiento a la persona que se fue de la manera en la que sea posible. 

 

Olivera  señala que, es importante tomar en en cuenta, ser respetuoso con el país y con quienes te reciben, adaptarse a las nuevas normas de esa sociedad, trabajar en conectar y relacionarse, eso siempre lo hará más fácil. Con el tiempo es posible que todo sea más sencillo, en el duelo es normal sentirse ansioso o afligido.

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