Aquí el comunicado:
07 de Febrero del 2022 Tijuana, Baja California
El 06 de febrero, alrededor de las 4:00 AM, mientras dormían niños, niñas y familias en sus carpas, autoridades acompañados por elementos de policía antimotines y la Guardia Nacional arribaron sin previo aviso al campamento de “El Chaparral” en Tijuana para ejecutar un desalojo total.
La forma en la cual se llevó a cabo este desalojo causó caos, trauma psicológico y emocional, pérdida de pertenencias, miedo generalizado innecesario entre la población migrante; además, fomenta la xenofobia en la región.
Las malas condiciones que se vivieron en el campamento por mucho tiempo —las cuales han sido documentadas y denunciadas en varias ocasiones por la sociedad civil—son resultado del abandono por parte de las autoridades mexicanas, la negligencia de las agencias internacionales, y de la política de negación del derecho a solicitar asilo por parte del gobierno de los Estados Unidos.
Este desalojo de madrugada con centenares de elementos policiacos y militares fue un acto innecesario que vulnera a las personas en necesidad de protección internacional.
A partir de observación y documentación presenciales, testimonios recabados en el Chaparral y por teléfono, transmisiones públicas, y conversaciones con autoridades, denunciamos los siguientes hechos:
Es decir, el número de policías y militares desplegados para el operativo fue mayor al número de personas migrantes. Varias personas manifestaron que sintieron miedo, pánico, confusión y terror al despertar a las 4:00 am con esta movilización; siendo las infancias las más afectadas.
Los elementos de la Guardia Nacional portaban toletes y escudos antimotines, y observamos a varios elementos arriba de camiones con armas largas. Esto genera más trauma psicológico y emocional para las personas que han -en muchos casos- sufrido ataques violentos por autoridades o el crimen organizado.
Autoridades dijeron que no iban a desalojar, pero lo hicieron: Las autoridades municipales de la actual administración se comprometieron públicamente en varias ocasiones a no desalojar a la fuerza a las personas migrantes del campamento “El Chaparral.” Incluso así lo manifestaron en días pasados durante una reunión con personas del campamento. Estas contradicciones y promesas incumplidas aumentan la falta de confianza y la falta de credibilidad de las autoridades.
En un caso anterior tenemos documentado que personas del Chaparral reubicadas por autoridades municipales fueron enviadas a lugares donde después de tres días no pudieron permanecer en el albergue. Varias personas solicitaron claridad sobre los tiempos de estancia en los albergues y las autoridades mencionaron que sería de tiempo indefinido, sin límite. Es fundamental que eso se cumpla.
Cientos de personas de otros países y de México buscan salvar sus vidas y se enfrentan a una frontera cerrada donde su derecho a solicitar protección no se respeta.
Reconocemos que las condiciones en el campamento de personas refugiadas del Chaparral eran inaceptables. Sin embargo, por las razones mencionadas arriba, consideramos que el desalojo ejecutado hoy por los tres niveles del gobierno mexicano fue cruel y violento.
Hacemos los siguientes llamados:
En solidaridad con quienes migran y buscan protección internacional. La Alianza Humanitaria Chaparral: APALA-SD (Asian Pacific American Labor Alliance-San Diego), AFSC (American Friends and Services Committee), Border Angels (Ángeles de la Frontera), Border Line Crisis Center, Psicólogos sin Fronteras BC, y United US Deported Veterans forman juntos CHA o el Chaparral Humanitarian Alliance.
Esta alianza busca apoyar a migrantes y todos aquellos que buscan asilo en los Estados Unidos por medio de Tijuana, B.C.
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